Durante la semana pasada, una cosa se ha vuelto dolorosamente clara para los residentes de EE. UU.: COVID-19 va a impregnar cada aspecto de nuestras vidas durante mucho tiempo. Aquellos de nosotros dentro y alrededor de la tecnología lo hemos notado durante meses. Primero a través del impacto en nuestros amigos y colegas en Asia, que han estado enfrentando las consecuencias de la pandemia de frente durante algún tiempo, y luego a través del efecto dominó en las conferencias tecnológicas.
Primero hubo MWC, luego Facebook F8, E3, WWDC. La lista sigue y sigue. Ayer, TechCrunch anunció que pospondríamos un par de nuestros propios eventos. Era lo correcto y, cada vez más, no era una opción, para ser honesto, ya que cada vez más ciudades han prohibido grandes reuniones.
La tecnología ha sido muy consciente del impacto de COVID-19 durante un tiempo porque ser una empresa tecnológica es ser una empresa global casi por defecto. Ahora, sin embargo, la amenaza del virus ha llegado a la puerta de atrás de casi todos. Si aún no conoce a alguien que haya sido infectado con el virus, es muy probable que lo haga pronto. Esta es nuestra realidad, por ahora, al menos.
Si hay esperanzas de reunirse en este evento, es probable que las personas ayuden a las personas. Reunirse, por separado, a una distancia social segura. La respuesta de la administración actual deja mucho que desear en este momento. Como la conferencia de prensa de ayer implicó elogios al "sector privado" y un desfile de ejecutivos de alto perfil, la realidad es que muchos de nosotros tendremos que depender de corporaciones y ejecutivos para ayudar a llenar los vacíos de los departamentos gubernamentales destripados.
Habrá tiempo de sobra para señalar el inevitable oportunismo de las empresas estadounidenses (y parece que tendré mucho más tiempo libre en mis manos en los próximos meses para hacer exactamente eso), pero por ahora, notemos algunas de las personas que están contribuyendo donando suministros o aliviando parte de la carga sobre una población tensa e incierta.
El cofundador de Alibaba, Jack Ma, publicó hoy una declaración en la que señala planes para donar 500,000 kits de prueba y un millón de máscaras faciales. La donación es similar a la de Japón y Europa, luego del impacto devastador en su propio país.
"Aprovechando la experiencia de mi propio país, las pruebas rápidas y precisas y el equipo de protección personal adecuado para los profesionales médicos son más efectivos para prevenir la propagación del virus", dijo Ma en un comunicado . "¡Esperamos que nuestra donación pueda ayudar a los estadounidenses a luchar contra la pandemia!"
Ayer, el CEO de Zoom, Eric Yuan, anunció que su plataforma de videoconferencia estaría disponible de forma gratuita para las escuelas K-12 en Japón, Italia y los EE. UU. adaptarse a trabajar y aprender de forma remota.
A principios de esta semana, Bill Gates, quien recientemente dejó su puesto en el directorio de Microsoft, anunció que Bill & Melinda Gates Foundation se asoció con Wellcome y Mastercard para financiar tratamientos por un monto de $ 125 millones. Ayer, Facebook anunció que estaba comprometiendo $ 20 millones en donaciones para apoyar los esfuerzos de ayuda. Apple anunció una donación similar de $ 15 millones, junto con permitir que los clientes se salten el pago de marzo en sus tarjetas Apple sin arriesgarse a pagar intereses. Los ISP como AT&T, Charter, CenturyLink, Comcast, T-Mobile, Verizon, Sprint y Cox, mientras tanto, han prometido no cobrar de más, cobrar tarifas por retraso o terminar el servicio, en un intento por mantener a las personas conectadas.
Es probable que sigamos viendo más anuncios de este tipo en las próximas semanas y meses a medida que las empresas luchan con el impacto en su fuerza de trabajo y resultados. Sin duda, algunos serán más groseros que otros, pero hay pocas dudas de que tales gestos serán una gran parte de nuestra capacidad para emerger de uno de los momentos más aterradores y surrealistas de la memoria reciente.
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